Indecisión
Estaba en la edad de los sueños. Todavía
no había sufrido grandes desilusiones, salvo aquella vez que los Reyes Magos no
le trajeron el piano, sólo un pequeño pianito de juguete, con una octava y las
teclas negras pintadas sobre las blancas! Su deseo era tocar el piano. Y ahí
comenzó su largo camino que la llevaría a distintos profesores sin que niguno
fuera tan bueno o tan dedicado a descubrir condiciones especiales. Hubo una
sola profesora interesada de verdad en la música, lamentablemente cambió de
interés: el piano por el casamiento .. Ella supo trasmitirle la emoción de cada
pieza, cada párrafo, cada acorde. Si bien no continuó recibiendo sus clases,
dejó huella en su delicado espíritu. Continuó estudiando con otra profesora de
la cual le quedó un grato recuerdo pero nada más. Lo que nunca la abandonó fue
su amor por la buena música.
Otro hermoso sueño fue estudiar danzas
clásicas. Duró menos que el piano, mucho menos. Desde el comienzo estaba destinado a no prosperar. Su
madre no podía llevarla hasta el teatro Colón, en el supuesto caso de que
pudiera ingresar. Sólo hubo un intento llevado a cabo por la buena disposición
de la mamá de una amiguita, que incluso
le preparó su uniforme, las zapatillas de media punta y otros accesorios
indispensables. Además las llevaba a las clases
Cuánto duró esto? no lo recordaba.
Luego la pintura. Allí las excusas fueron
la distancia, el costo de los materiales y no recordaba cuantas más!!! Eso sí,
esta actividad la acompañó siempre aún en su madurez. Y de a poco, visitando
talleres, maestros no todos buenos, leyendo... fue caminando y llevando a cabo,
por lo menos en parte, este maravilloso sueño del color, las formas. la
creación, la fantasía. Es hermoso soñar y más allá de cuanto podamos cumplir de
esos sueños ellos son el punto de partida para avanzar y lograr algo de todo
cuanto se nos presente en este maravilloso sueño de vivir!
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