martes, 28 de julio de 2015

Quinta Mencion - castellano- MATILDE HAYDEE SILVA- LA FOTO

Tarde gris, lluviosa, me encuentro sola, siento nostalgia Alzo mi mirada y la dirijo hacia una foto blanco y negro, casi esfumada, ojada, la tomo, me tiembla el pulso, que veo, mis hermanos, yo y nuestra perrita “Cachila”; la giro al dorso de la misma casi borroneada se lee OTOÑO 1960 fondo de la casa de abuela Magdalena.
 Vuelvo a mirar la imagen y allí comenzaron mis recuerdos.
El hermoso fondo, los arboles, las flores, nuestra inocencia para inventar.
Huí el carrito con rulemanes mis hermanos tirando de él y yo sentada feliz riendo. En una hermosa tarde de otoño, las hojas caían en el piso, hermosa alfombra crujiente, saltábamos sobre ellas y hacían un ruido hermoso que hasta el dia de hoy lo siento en el otoño. ¡Que postal! En la medianera del lado de la izquierda el limonero, más adelante el níspero, siguiendo el recorrido las cañas. El nogal en la parte final, mi árbol preferido, como definirlo era en forma de Y griego, asomaba en una de sus ramas otra en forma horizontal.
Allí Juan nuestro hermano mayor no había colocado una hamaca que el mismo la realizo. ¡Cuánta diversión! Del lado derecho, estaba el gallinero. A mi mente se viene el gallo “Picho”, que malo era no nos dejaba arrimar al alambrado, muy elegante abría sus alas y nos cacareaba coro coco! Calas, hortensias, malvones siempre presente adornando el hermoso fondo de nuestra casa.
 No necesitábamos salir a la calle, allí teníamos todo junto, aire puro, juegos y nuestra imaginación para inventar cosas horas y horas. Realizábamos unos hermosos barriletes junto a mis hermanos. Después de un rato largo de haber dormido su siesta se escuchaba la voz de la abuela diciendo ¡Vengan a tomar la leche! En italiano I bambini vengono a prendere il latte. Y allí estaba ella con sus brazo en forma de jarrón y su típica vestimenta color negro ¡Hermosa abuela. Bella nonna! Siempre nos decía ¡Después se bañan así cuando viene la mama los encuentra limpitos! Más tarde ya bañaditos y merendados esperábamos sentado en el umbral de la cosas la llegada de mamá. ¡Ahí viene! gritaba Héctor y allí corríamos a su encuentro, la abrazábamos y nos disputábamos por ella ¿quien llevaba la cartera y las bolsas que traía? En esas bolsas había galletas, dulces y la infaltable revista “Anteojitos”, la cual leíamos 3 pancita para abajo y las piernas cruzadas.las aventuras de “PIPIO”, Anteojitos y antifaz. Que hermoso recuerdo. Parecen mentira todos los recuerdos que me trajo esa vieja foto sin color, blanca y negra, que conservo con tanto amor. Allí se refleja parte de mi infancia feliz. Hoy a mis 61 años tengo tan presente todo y cada vez que nos reunimos con Juan, Héctor, Norma, Esther, Alicia y Luis y yo recordamos con risa, si mucha risa las cosas que hacíamos

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