En esta rima sencilla
quiero contarles un cuento,
que hable de duendes y hadas
y de un horizonte nuevo
Que los hombres reconozcan
de la vida los secretos,
que los niños ya no sufran
de las guerras, el infierno
Que la tierra sea cuna
de cantos risas y juegos.
Que el rugido de las balas
no mutile nuestros sueños
Que el poder no justifique
ni la muerte de un jilguero.
¡Mas valiosas son las mieses
que regir el mundo entero!
Que las nobles voluntades
se entrelacen en un ruego
y construyan eslabones
que generen los acuerdos
Que haya un día entre los días,
en que impere el sentimiento.
¡Que el amor sea un milagro
de la paz entre los pueblos!
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