viernes, 27 de mayo de 2016

CUARTA MENCION RELATO- CASTELLANO

La foto del patio…- JUAN CARLOS VIALE

            Según la pantalla gigante del LCD hoy es un día soleado; pero, como mi casa quedó incrustada entre dos edificios inteligentes, siento que me cubre la sombra de los avances tecnológicos…
            Estoy inquieto, ¡no aburrido!, pero sí inquieto; no hay manera ni argumentos para aburrirme en esta casa, donde nací y he vivido y vivo todas las lecciones de la vida (con alegrías y tristezas); y donde siempre encuentro algo para hacer.
            Para saciar mi inquietud me esfumo de mi lugar común, me deslizo sigilosamente entre los muebles y vuelo al desván donde aprovecho para limpiar y acomodar algunas cajas, entre las cuales encuentro una con fotos que me sirve para revivir hermosos recuerdos; recuerdos que flotan junto a mí ayudándome a disfrutar el presente…

            Veo una foto del viejo patio, con el piso de ladrillos y la glicina apoyada sobre una glorieta, observo a mi Abuelo parado, portando su bicicleta junto a mi Abuela que luce un batón oscuro, y… varios enanitos (criaturas) que los rodean, entre los cuales está mi hermano, unos primos y también yo.    Veo y me imagino escuchar la campanita que anunciaba la presencia de alguien en la puerta de alambre de la entrada.
            En frente del patio, sobre la vereda que da a la zanja de la calle de tierra, había dos árboles que se transformaban en un arco de fútbol y donde Buticce (mi ídolo de aquel momento) cada vez que le hacían un gol tenía que ir a buscar la pelota entre las flores del jardín de la Abuela y, por supuesto, tenía que bancarse los retos de la Abuela primero y de la Madre después…

            Sigo ordenando fotos y encuentro una que me trae las imágenes de un cumpleaños, era el festejo de los 18 años de mi hermano mayor.
            Algo que movilizó a toda la familia, a todo el barrio…    Los tachos de 200 lts. cargados con Crush, Coca, cerveza Quilmes y sidra, desbordados por los pedazos de las barras de hielo gigantes partidas a mazazos.
            El patio cubierto con las lonas del camión del Tío, y todos bailando al ritmo de los LP de Música en Libertad y del Cuarteto Imperial que brotaban del WINCO a todo volumen…
Hasta me parece percibir el aroma a asado y el olor a humo de la parrilla que se ve al fondo.

            Al seguir revolviendo fotos encuentro otra del patio, y lo veo distinto.              El piso ahora es de baldosas en vainillas, la glorieta y la glicina fueron cambiadas por una rosa china y la campanita de la entrada por un timbre eléctrico.
            Están Mamá y Papá, y yo con mi impecable traje de Conscripto a punto de volver al Cuartel después de un franco…          Recuerdo con qué sentimental orgullo me despedían hasta el próximo fin de semana.
            Ahora me doy cuenta que el destino quiso que esté en medio de dos hechos históricos, cumplí con mi Servicio Militar después del conflicto con Chile por el Beagle y antes del conflicto con Inglaterra por Las Malvinas…

            Siguen apareciendo sobres, y sigo acomodando fotos. Ahora aparece otra foto, también del patio, y me hace recordar que Papá ya no está.
            La calle de tierra se transformó en asfalto y la zanja fue reemplazada por una red cloacal.        Menos mal que todavía quedan los árboles, aunque ya nadie los puede utilizar como un arco de fútbol por el intenso tránsito (a pesar de los lomos de burro que logramos que colocaran).
            En esta foto me veo junto a mi Esposa, a mi hija en su bicicleta Aurorita rosa y a mi hijo (bebé) sentado en su zapato andador.


               Estuve tan entretenido que el día se me pasó volando, igual que la vida…     Así que acomodo esta última foto y me voy a dormir.
            Es una foto actual del patio (o lo que queda de él), los árboles fueron reemplazados por postes de estacionamiento medido automáticos y al viejo timbre lo reemplazó un portero eléctrico con cámara de seguridad.

            Además también veo a mis nietos metidos de cabeza en una pequeña computadora.   Me siento muy feliz al verlos; pero…, que lástima,  yo ya no me veo en la foto del patio…

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