MELINA JULIETA ACOSTA
UNA
HISTORIA PLENAMENTE CONVENCIONAL
Ya
que son muy comunes este tipo de cuentos, creo que no es necesario comenzar con
un "Había una vez", por lo que simplemente, voy a resumirlo: En un apartado campo repleto de aburridas flores
completamente simples, vivía en un palacio una típica princesa, de esas que
esperan una eternidad para ser rescatadas. Por supuesto, una bruja que,
obviamente no tenía nada más importante que hacer que estorbar y permanecer en
los alrededores, custodiaba a la princesa, esperando al típico príncipe que
cierto día debe rescatar a la doncella. Claro que aquel esperado día llega,
el patético príncipe enfrenta a la
bruja, gana y como trofeo se lleva consigo a la princesa.
Eventualmente,
la "feliz pareja" tiene treinta y dos hijos, a los cuales llaman
"Sir Felipe del Valle de las Rosas" o algún nombre ridículo como ese,
comen perdices y fin.
Obviamente, este tipo de cuentos terminan
bien, ya que los lectores NECESITAN saber que todo acaba felizmente, para que
por las noches estos puedan dormir pacíficamente. Pero, ¿acaso nadie se
pregunta qué sucede con las brujas, los ogros, los monstruos, con aquellos
seres socialmente excluidos?, ¿a nadie le interesa saber si desaparecieron, o
si fueron transportados por una ridícula fuerza mayor hacia otra dimensión?
Claro que mi historia podría narrar cómo
sufren su agónica existencia estas criaturas, ya que todos las desprecian, las
apartan, las olvidan. Pero no, no haré eso.
Y por supuesto que esta historia no es
diferente, ya que como dice su título, es plenamente convencional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario