AQUÍ Y AHORA
A la mitad de la tarde,
sentí llamarme el camino
y me perdí al paso suave,
entre aromos y espinillos.
Me despertó la conciencia
y me acusó los sentidos,
los aromas, los colores,
los cánticos y los silbos.
De regreso, casi noche,
entre violines de grillos
me sentí libre y la dueña
del campo y del infinito.
Las estrellas me guiaron
y la luna me hizo un guiño
y la lechuza agorera,
me alertó con su chistido.
¿Qué más se puede pedir,
si tengo lo que preciso?
La libertad, el amor
y a los que quiero, conmigo.
Si algo de lo que posees,
tú piensas que necesito,
puede ser, alguna ausencia
que se volvió crucifijo.
Lo material no me importa,
¡solo lo esencial y listo!.
¡Eso sí!, que no me falten
poesías para un buen libro.
Si me dieran a elegir
entre el oro y el narciso,
sin dudar tomo la flor,
siempre elegí lo sencillo.
Si alguien quieres compartir
esta riqueza conmigo,
además tengo un abrazo
y una copa de buen vino
La fortuna que atesoro
no la guardo en los bolsillos,
aún pienso que aquí y ahora
soy inmensamente rico
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