LAS PERSONAS Y EL AIRE SON IMPORTANTES
Amanecí con la noticia de que tomas mi abuelo al que cariñosamente le digo tommy,
remitió una carta a mi persona, él se encuentra actualmente en cuarentena y a decir verdad
no se encuentra nada bien, se negó en reiteradas ocasiones crearse un perfil en alguna
aplicación móvil, nunca entenderé la razón, pero las cartas que me envía tienen un afecto
especial y son mejor recibidas que los mensajes electrónicos convencionales de hoy en día.
Para Sofia
De tu abuelo
Entre los frondosos árboles situados a la orilla del rio Uspallata en Mendoza en el verano
de 1939 conocí a juan concluí ahora a mi edad avanzada, que es de las pocas personas a las
que les debo algo, por no decir la única, la forma en la que entablamos una conversación
fue la más natural posible y muy distinta al protocolo que demanda conocer a alguien hoy
en día, éramos tan solo unos niños y en esa actualidad éramos tan libres dado que a esa
edad tenía un trabajo de medio tiempo y no me quejo por ello yo simplemente quería
trabajar.
Mendoza 1939
Era un año complicado de entender y más complicado aun para alguien de mi edad en ese
entonces tenía poco menos de 14 años mi padre era abogado y mi madre se dedicaba al
cuidado de mí y de mis hermanos pero debo acotar que era profesora de música pero
evitaba tomar un trabajo por mi causa, yo era más de cuidado, debido a que tenía una
insuficiencia respiratoria, cuando descubrieron mi enfermedad en Buenos Aires a la edad
de 3 años nos mudamos a Mendoza para que yo tuviera más afecto al oxigeno que
asimilaban mis pulmones y de cierta forma con mi vida, la cual no aceptaba alegremente,
el medico sostenía que los soldados norte americanos, entrenaban en cercanías al himalaya,
este entrenamiento mejoraba la distribución de oxígeno en el cuerpo es decir más oxígeno
en la sangre, a razón de ello para mi todos los veranos tenían una incesante y difícil
caminata hacia los andes poniendo a prueba mis pulmones, cada verano mi padre apuntaba
a llevarme a mayor altura que el año pasado y esto era seguido de dormir y pasar dos
semanas en el lugar elegido añadiendo cierto entrenamiento físico la verdad en ese
entonces odiaba la forma como me trataba mi padre, pero ahora le agradezco y lo extraño
mucho era una persona de pocas palabras pero me amaba bastante, mi madre al contrario
siempre me contaba sus historias una más conmovedora que la anterior, después de un
tiempo fui creciendo saludablemente y ella consiguió un trabajo en el colegio nacional de
Mendoza, en ese entonces Mendoza tenía un predominado y marcado crecimiento
impulsado en gran parte por una desgracia, En la noche del 20 de marzo de 1861 se
produjo un violento terremoto con epicentro en el radio céntrico de la ciudad justamente en
la actual plaza Pedro del Castillo, provocando múltiples derrumbes y casi la total
destrucción de la ciudad de Mendoza. A partir de ese momento la necesidad de levantar
una nueva ciudad se hizo presente en los mendocinos y en los principales actores políticos
en Argentina los cuales lanzaron medidas para que la crisis fuera más corta, empezaron a
otorgar beneficios a quienes apostaban por el crecimiento agrícola en Mendoza no cosas
gratis, pero llamativas, muchas de estas medidas atrajeron a extranjeros y connacionales
hacia esta ciudad la cual fue reconstruyéndose de forma acelerada e inteligente, la familia
de juan fue una de esas varias familias extranjeras, que se mudaron a Mendoza, en aquellos
años se iniciaba una apuesta hacia el mercado del vino cada vez más grande y en especial
en Mendoza que tenía características únicas para la producción de una gran variedad de
uvas y en volúmenes impresionantes, aun para mi es emotivo recordar esas primeras
hectáreas de uva en las que trabaje, plantadas de la mano del señor Emilio Herraiz, padre
de Juan el cual era dueño de la hacienda en la que yo casualmente trabajaba, básicamente
las miradas con juan se intercambiaban dentro de la hacienda, pero no fue hasta esa tarde a
kilómetros de la hacienda Herraiz donde pude conocer un poco más a juan, cuando me
saco del agua todo pálido, entre el percibir del golpeteo en mi pecho acompañado con el
sutil y cuidadoso beso de la vida, recuerdo escuchar claramente.
“Respira aun no es tu hora, el aire es importante, sabes debes respirarlo no te rindas”
Reaccione, pero mi disnea se notaba, él se quedó ahí conmigo esperando que volviera a
respirar normalmente, después de la forma más tranquila empezamos la conversación.
-Casi te mueres, bueno supongo que me debes la vida – manifestó juan
-yo creo que sí, pero en realidad solo pospusiste mi muerte– le respondí
- las personas y sus vidas breves o durables siempre importan, me lo repite mi padre cada
cierto tiempo y según yo las cosas duraderas son las más valiosas - me contesto
lo invite a mi casa, pero el no quiso ir, entonces empezamos a conversar hasta el ocaso,
principalmente de uvas y vino, su padre estaba de viaje la misión que tenía según él, era
traer el mejor Malbec español a Mendoza, al menos eso me dijo juan el cual estaba
preocupado y ocupado por sus hermanos menores y su madre, la cual estaba muy nerviosa
dado la situación en Europa de ese entonces, según él estar sentado en el rio dilucidaba su
mente de la preocupación, tenía tan solo 14 años y al escucharlo me parecía escuchar a mi
padre.
Esa noche hable con mis padres sobre la situación de juan, mi padre expuso que la única
manera de ingresar a España era por Portugal, me explico que había rumores de que la
guerra estaba a punto de acabar, pero no se sabía que papel tomaría Rusia, España y Japón
lo cual es verdaderamente desconcertante, mi madre me decía que hable con juan y que lo
mantenga ocupado en asuntos juveniles.
Al día siguiente en la hacienda había una reunión varios trabajadores murmuraban de que
un judío llegaría a ser el nuevo jefe y que la familia Herraiz se fue de la ciudad, traté de
buscar a juan por todo lado, lamentablemente no lo encontré.
Sabes Sofia yo aquella noche me imaginaba que juan seria mi mejor amigo puesto que
salvo mi vida, si eso no era indicio de una larga amistad no sabría decirte cual es.
Hoy con 82 años de edad y una vida bien vivida y ocupada me dispuse a buscar indicios de
mi viejo benefactor aquel que me dio la chance de respirar un poquito más de este aire tan
valioso y compartirlo con tantas personas importantes para mí, en anteriores años intente
de todo, pero esta vez me di la tarea de contratar a varios detectives tanto en Argentina
como en Italia, Francia y Alemania realmente gaste mucha guita en esto, Juan Herraiz
Troncosso vive en España, Valdepeñas al sur de Castilla, inicialmente me contacte con su
nieta los apellidos y la historia según el investigador fue triangulada por una reseña que
escribió ella, es decir una tarea de historia de un colegio de Madrid me guio hasta mi
amigo, al cual no invite ni un café por haberme salvado la vida, hoy 4/05/2020 me dieron
la noticia, que juan mediante su nieta creo un perfil en Facebook para comunicarse
conmigo y hoy te pido encarecidamente, Sofia hija mía crea mi perfil eh indícame como
usarlo.
Atento a tu respuesta tu abuelo tommy
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